La celebración del Día de la Molienda hizo posible que todos los asistentes pudieran disfrutar de un estupendo día de sol viviendo la cultura de Aliste. El objetivo es que todos los participantes puedan conocer el rico patrimonio de la zona, con joyas como el Castro de la Encarnación o el Molino de Los Genicios, ahondando en las raíces y recordando las costumbres alistanas. El Molino de Los Genicios fue rehabilitado por la Fundación Fomento Hispania en convenio con el Ayuntamiento de Rabanales y el Castro de la Encarnación se excavó el pasado verano tras el trabajo de prospección que de todos los castos de la zona hizo la Fundación también en colaboración con el Ayuntamiento. Este año, el Día de la Molienda, consistió en un paseo visitando y conociendo los dos lugares.
Tras reunirnos en la plaza de Mellanes, fuimos andando hasta el Castro de la Encarnación, acompañados por la música de gaitas y las mulas. Foto: Domingo Ferrero
La mula Carolina, no tenía mucha intención de acarrear el grano, pero se portó mejor que el año pasado….. Foto: Domingo Ferrero
Más de cien personas compartieron la jornada, fue todo un éxito de participación.
En el castro, Óscar, nuevo responsable de Zamora Protohistórica, explicó las excavaciones que se hicieron el pasado verano y los hallazgos encontrados en los tres sondeos realizados: la parte de la muralla de la Edad del Hierro II, siglo V a I a.C, la cabaña circular también de la II Edad del Hierro, y las cerámicas sigilatas típicas de la época romana.
Se continuó el paseo hasta el Molino de los Genicios, donde Pedro Turiel explicó su funcionamiento y sus peculiaridades. Posteriormente, tras unas palabras de agradecimiento por parte de la Fundación Fomento Hispania, en especial hacia Domingo Ferrero, pero también a José, Pedro y Delia, se puso en funcionamiento el molino. En la fotografía se aprecia la recién instalada placa que recuerda la inauguración del molino en el Día de la Molienda del año pasado.
Todos los asistentes disfrutaron viendo cómo el grano se convertía en harina.
Grandes y pequeños mostraron gran curiosidad y entusiasmo cuando el agua empezó a mover la piedra. Estuvieron viendo los paneles explicativos y los utensilios expuestos que se utilizaban antiguamente para los trabajos relacionados con el proceso de la harina. Foto: Domingo Ferrero.
Al igual que el pasado año, fueron los niños quienes más disfrutaron observando y tocando la harina. La idea es que ellos puedan vivir y conocer la historia de lo que eran este tipo de molinos. De hecho, varios colegios de la zona han ido a visitarlo esta semana, dos de ellos de Portugal, casi 200 niños, una experiencia que seguro se les quedará grabada.
Posteriormente Guti, un artista de la zona, interpretó los cuentos y cantares de molineros alistanos haciendo reír a todos los asistentes con tres historias de lo más entretenidas.
La jornada acabó con un exquisito aperitivo. En la foto se aprecia la mesa que se estaba montando, y donde luego se degustó el hornazo y empanada de Aliste. También se pudo adquirir pan y magdalenas de la zona.
En resumen un día muy agradable en compañía de todos.
Sin comentarios aún